Fecha de publicación:17/11/2022 0:00

  • Se han presentado por medio de redes sociales cuatrocientos cincuenta y dos obras, ciento cincuenta y dos más que en el certamen del año pasado, y doscientos trabajos más que en la primera edición, provenientes de toda España y de numerosos países sudamericanos.

fallo microrrelatosValencia_1El microrrelato «Volví al pueblo», de Alejandro Mardones de la Fuente, de la capital española, ha sido el ganador del premio de mil euros en la tercera edición del certamen de microrrelatos de intriga y suspense «Enigmático Móstoles», citado por la Concejalía de Seguridad, Convivencia, Cultura y Transición Ecológica, y al que se han presentado cuatrocientos cincuenta y dos obras.

El segundo puesto, con quinientos euros de premio, ha recaído en el trabajo «Casa de las geishas», escrito por Carmen de la Rosa, de las Islas Canarias.

El Concejal de Seguridad, Convivencia, Cultura y Transición Ecológica, Álex Martín, ha hecho entrega de los premios en el Centro Social y cultural Joan Miró. El Concejal ha valorado muy de forma positiva que el concurso literario, con cuatrocientos cincuenta y dos obras presentadas, prosiga año a año una línea ascendiente de aceptación, ya que supera en ciento cincuenta y dos los trabajos presentados el año pasado, y en doscientos los participantes en la primera edición. Este año, se han recibido por medio de las redes sociales microrrelatos de toda España, aparte de países como México, Argentina, Colombia, Uruguay, C. Rica y Perú, entre otros muchos.

El jurado, formado por Eduardo Alegre, maestro de Literatura creativa; el escritor José Carlos Somoza, considerado uno de los renovadores de la literatura de misterio, y la escritora de cuento y novela, So blonde, ha premiado el microrrelato «Volví al pueblo» por su originalidad, lozanía y calidad, y por el hecho de que ha condensado en resumen los valores literarios de misterio y suspense que se pedían en las bases del certamen.

Para el jurado, en esta edición nueva, ha aumentado sensiblemente la calidad literaria y la originalidad de la mayor parte de las obras presentadas.

Primer premio

«Volví al pueblo», de Alejandro Mardones de la Fuente.

Las ramas de los árboles golpeaban las ventanas y el somier no dejaba de chirriar. Terminó por vencerme el sueño y dejé caer la mano por el borde de la que fue su cama. De la obscuridad nacieron unos dedos huesudos y fríos que entrelazaron con los míos. Reconocí esos anillos finos y apreté fuerte, con ternura. Mamá no se ha ido.


Segundo premio

«Casa de las geishas», de Carmen de la Rosa.

La casa está oculta entre la frondosidad del jardín, en las afueras de Tokyo. En su interior, las geishas se deslizan sin estruendos sobre los muñones de los pies como espectros con quimono.

Sirven el té a los hombres tras paneles de papel de arroz. Al caer la noche murmuran en sus oídos historias sobre la anciana geisha que habita en la habitación del fondo. Alguno demanda que lo reciba y se tiende sobre el futón. Entonces aparece, su caballo blanco adornado con rosas rojas recién cortadas del rosal bien abonado que medra bajo su ventana. Sosten entre sus manos irregulares un pañuelo de seda. Se arrodilla y rodea con él la garganta masculina. Ella, que domina el arte de apretar el nudo justo hasta el límite entre el placer y la ahoga. El hombre cierra los ojos. Ella, que siempre y en toda circunstancia aprieta un tanto más.

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