• Beber al día mínimo 2 litros de líquido, realizar un mayor número de comidas no abundantes y protegerse del sol utilizando crema con factor de protección adecuado a la piel, son algunas de las recomendaciones que ofrece Cruz Roja Española para vivir un verano saludable

Las altas temperaturas y los días largos de verano nos obligan a cambiar de costumbres. Aunque sea una de las épocas más esperadas del año por los beneficios que conlleva, debemos seguir una serie de pautas para no perjudicar nuestra salud durante este período. Las principales recomendaciones de Cruz Roja Española para llevar a cabo un verano saludable son:

  • Realizar una dieta con alimentos que nos repongan las sales minerales y el agua que
    perdemos con la transpiración. El menú veraniego debe incluir alimentos ligeros:
    sobre todo fruta y verdura, además de pescado, pasta y legumbres. El objetivo es
    aportar nutrientes fáciles de digerir por nuestro organismo. Una ensalada, además de
    resultar ligera para continuar la actividad diaria, se puede convertir en un plato
    completo si se le añade pollo, queso o atún. Las comidas copiosas, especialmente si
    van acompañadas de alcohol, aumentan el riesgo de sufrir problemas asociados con
    las altas temperaturas.
  • Una adecuada hidratación evita gran parte de los riesgos asociados al calor. Para
    conseguirla, elegiremos alimentos con alto contenido en agua (frutas y verduras). Las
    sopas frías como el gazpacho, además de aportarnos minerales, contribuyen a cubrir
    las necesidades de agua de nuestro organismo. Debemos prestar especial atención a
    la hidratación de los niñós, las personas mayores o dependientes y particularmente las
    que tienen problemas cognitivos, ya que posiblemente tengan menor sensación de sed.
  • Nuestra piel es una barrera de protección, debemos cuidarnos también por fuera,
    protegiendola de los efectos nocivos del sol, utilizando cremas con factor de
    protección adecuados para nuestro tipo de piel (nunca inferiores a factor 30),
    aplicándolas cada dos horas mientras permanezcamos expuestos al sol, cada dos
    horas. Recordar que la aplicación inicial debemos hacerla 30 minutos antes de la
    exposición al sol.
  • Utiliza también protectores labiales con factor de protección. Los rayos UV son más
    fuertes entre las once de la mañana y las tres de la tarde: evita la exposición solar en
    estas horas centrales del día y protégete especialmente en ellas.
  • Utiliza sombrero o gorra para proteger el rostro y el cuello, también te ayudarán a
    prevenir la insolación.
  • Protege tus ojos del sol con gafas adecuadas (100% de los rayos UV. Nunca mires
    directamente al sol, ni con las gafas puestas.
  • La ropa nos protege del sol, cuanta mayor superficie corporal lleves cubierta,
    mayor será la protección. Usa prendas holgadas, frescas y de colores claros
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