psicologos madrid

El estrés es característico de las grandes ciudades, por ello los habitantes de éstas deben de guarecerse de sus efectos, llevando a cabo un estilo de vida saludable que incorpore ejercicio físico y disfrutar de productos naturales. Los psicólogos dan la respuesta cuando el estrés se intensifica.

En las grandes ciudades mucha gente sufre de estrés y muchos veces, el último en advertirlo es el propio paciente. Las alteraciones en el ánimo o el insomnio son algunas de las maneras en los que el mal de este siglo se manifiesta y a pesar de que ya se puede considerar una pandemia, es muy difícil erradicarlo, ya que parece ir de la mano con el ritmo de vida frenético que se vive en las ciudades.

Ante esta ansiedad social generalizada que interfiere de un modo distinto sobre cada individuo, conviene actuar de un modo individual e instar a llevar una vida más saludable en todos los aspectos, incorporando una buena alimentación y el hábito de hacer deporte o de caminar al menos media hora diaria.

Sobre esta base es posible plantar cara a este estrés tan evidente en grandes ciudades como Madrid, pero también es posible que aún así los problemas sigan surgiendo y se precise la ayuda de un profesional de la psicología.

En los casos más graves de estrés, este acaba degenerando en una depresión, y desde distintas consultas de psicólogos en Madrid nos confirman que esta ya se está propagando entre niños y adolescentes.

¿Cómo actuar frente al estrés desde los hogares?

El hogar debe ser un lugar de refugio y nunca una continuidad de la vida profesional, de modo que lo mejor es contar con áreas de estudio y de trabajo diferenciadas de las demás de la casa.

Tratar de encontrar tiempo para estar con uno mismo, ya sea para hacer ejercicios de meditación o simplemente para escuchar música, disfrutando de pequeños placeres cotidianos como tomar un té, la bebida que más se consume en el mundo, sólo superada por el agua, que cuenta con múltiples beneficios para el organismo, -para saber más, ir aquí-.

Los más ansiosos deberán optar por infusiones de rooibos y otras hierbas que no contengan L-teína, la sustancia estimulante, pero en cualquier caso se debe de ahondar en cambiar el escenario del hogar por uno que ayude a relajarse.

Dedicar 15 minutos al mediodía para hacer una siesta pueden bastar para liberarse de la ansiedad, como ayudan las duchas de agua templada en invierno y los ejercicios de relajación.

La terapia es de gran ayuda cuando hay que enfrentarse a decisiones importantes

Puestos en contacto con Psique Psicólogos Illescas, un lugar de referencia en el sector de la salud mental, nos hacen saber de la dificultad del individuo que vive en las grandes ciudades para blindarse a las situaciones de estrés, que le vienen de fuera y que muchas veces convergen con las suyas propias.

Cuando las cosas se desbordan en el interior, en momentos de duelo o en situaciones en las que se tienen que tomar decisiones importantes, los psicólogos son de gran ayuda, ya que dotan de herramientas para dejar de lado los conflictos internos.

La ansiedad desmedida daña el cerebro

Los estudios clínicos demuestran que a mayor población, mayor es el riesgo de enfermar por estrés en las grandes ciudades e incluso han demostrado el modo en que la ansiedad desbordada puede llegar a dañar el cerebro, de modo que no hay excusa para contar con la ayuda de profesionales para hacer frente a los problemas que ponen en riesgo la salud mental, algo que está relacionado directamente con la salud física.

De todas las grandes capitales europeas en las que sus ciudadanos viven bajo el estrés propio de ellas, Madrid es la única que da opciones de ocio a sus habitantes, algo que tiene que ver con el modo de vivir en la capital de España y el carácter de los españoles, ya que siempre hay tiempo para tomar algo con los compañeros.

Parece ser que esto es lo que la salva de tomar el cariz tan enfermo que muestran otras muchas ciudades, pero aún así los índices de estrés siguen siendo alarmantes y se manifiestan en la salud psíquica y física llegando a sobrepasar el 2% del PIB.

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