Fecha de publicación:22/07/2022 0:00

  • Entre otras actuaciones, se está realizando tareas de vigilancia en las instalaciones de las piscinas municipales para eludir conductas asociales que impidan que los usuarios puedan gozar de estas instalaciones públicas.

La Policía Municipal fortalece la vigilancia para prevenir inconvenientes de convivencia ciudadana en verano (tres)La Policía Municipal de Móstoles fortalece la vigilancia a lo largo de estos meses de verano para acentuar la prevención y eludir que puedan cometerse infracciones o conductas asociales que afecten a la convivencia ciudadana en los espacios públicos.

Los agentes están realizando tareas de vigilancia en las piscinas municipales, uno de los puntos con más afluencia de vecinas y vecinos en estas datas. Este plan de vigilancia tiene como propósito fortalecer la sensación de seguridad de los usuarios y eludir que se cometa cualquier clase de acto que pueda alterar tanto la seguridad sanitaria como la convivencia en estos espacios públicos.

En la tarde de el día de ayer, la Regidora de Móstoles, Noelia Posse, acompañada por el Concejal de Seguridad, Convivencia, Cultura y Transición Ecológica, Álex Martín, el Concejal de Deportes, Carlos Rodríguez del Olmo y la Portavoz de Podemos, Mónica Monterreal, visitó a los agentes de Policía Municipal para revisar el dispositivo en las piscinas de verano del Polideportivo Villafontana.

De lunes a domingo, los agentes patrullan la zona de piscinas municipales tratando de eludir infracciones administrativas o penales como latrocinios, que los accesos a las instalaciones no se efectúen por lugares no habilitados para esto, molestias de cualquier clase o conductas incívica que impidan que todos y cada uno de los usuarios gocen de un ocio saludable en estas instalaciones municipales.

La Policía Municipal sigue asimismo con la campaña para mentalizar sobre la recogida de excrementos de perros, una cuestión de civismo que produce muchos inconvenientes de convivencia y muchas protestas vecinales. Los agentes patrullan las calles notificando a los ciudadanos de la necesidad de cooperar para sostener limpia la urbe, a fin de que respeten los espacios públicos compartidos por todos y cada uno de los ciudadanos y a fin de que acepten sus responsabilidades como dueños de animales de compañía. La no recogida de heces de las mascotas pueden ser sancionable con hasta trescientos euros.

La supresión de heces caninas supone un costo anual de cerca de cuatrocientos euros anuales en limpieza de aceras, bordillos y alcorques en la vía pública, donde los canes acostumbran a depositar sus heces.

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