La caja de cambios desarrolla un papel fundamental en el sistema de transmisión de un coche. Es la encargada de transmitir la fuerza del motor a las ruedas, por lo que su mantenimiento será primordial para una conducción responsable y eficiente en carretera. Si bien una caja de cambios podría durar toda la vida útil del coche, su eficacia irá ligada al estilo de conducción y atención por parte del conductor o conductora. Esto significa que su mantenimiento y revisión periódica podría sacarte de más de un apuro. Si estás pensando en una reparación de caja de cambios en Madrid o alrededores, a continuación te dejamos varias razones por las que deberías apostar por esta opción que tu coche, sin duda, agradecerá a largo plazo.

Por qué reparar una caja de cambios: ventajas y beneficios

Mientras se lleva a cabo una reparación de la caja de cambios será necesario abrir y sustituir todos y cada uno de los componentes dañados. Por esta razón, cuando el conductor sospeche que su caja de cambios está dañada, lo más recomendable es comprar una nueva o acudir a un taller especializado donde profesionales del sector se encarguen de darle una vida nueva a tu caja de cambios. Entre los favoritos en este ámbito encontramos Talleres Yepes, cuya experiencia les convierte en un referente para la industria del automóvil.

La caja de cambios está formada sobre una base compuesta por ejes, piñones, rodamientos, juntas, retenes, casquillos y bulones cuya función principal es transmitir la fuerza procedente del motor a las ruedas. Tanto en su versión manual como automática, la caja de cambios debe contar con un mantenimiento periódico para asegurar su garantía y eficacia en carretera. Por esta razón, se recomienda reemplazar cada, aproximadamente, 80 000 kilómetros o cinco años.

Los problemas más comunes de una caja de cambios vienen ligados a una degradación del aceite o la disfunción de algún componente mecánico interno, así como una rotura en elementos de embrague o el desgaste de rodamientos convertidos en anomalías sonoras en los cambios de marcha. Además, la pérdida de aceite por retenes o juntas también es uno de los alicientes encargados de perjudicar al correcto funcionamiento de tu caja de cambios.

Debido a la escasez de repuestos para esta pieza, uno de los consejos más compartidos por especialistas del motor es no dejar la mano en la palanca mientras conducimos, pues la presión producida sobre la caja de cambios puede tener consecuencias nefastas para nuestro vehículo, debido al peso que experimenta mientras tenemos nuestra mano apoyada. Otro consejo muy extendido a lo largo de los años en talleres y espacios dedicados al mundo del motor es no pisar el freno y el acelerador a la vez. En este proceso el nivel de aceite y el líquido hidráulico desarrollan un papel fundamental, que, combinado con un correcto uso del embrague, podría prolongar significativamente la vida útil de tu caja de cambios.

En definitiva, el cuidado de la caja de ambos es fundamental para el buen funcionamiento de tu coche, siendo las revisiones periódicas y su correspondiente mantenimiento uno de los pilares a tener en cuenta a la hora de cuidar a nuestro compañero de carretera.

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