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Con mucha apetito de victoria encaraba su viaje a Navalcarnero el Internacional de Móstoles, enfrente un contrincante directo por la permanencia y la posibilidad de salir por un momento de los puestos de descensos.
El encuentro no pudo empezar mejor, puesto que bien temprano Elmo acababa una genial combinación del Inter rematando a la red un buen pase de Damián. Los hombres de César Sánchez se adelantaban en el marcador haciendo servir su dominio del balón y del juego.
Por su parte el equipo local, trataba de sacudirse la superioridad de su contrincante con su mejor y prácticamente única arma, los balones largos. En ese instante, una defensa bien dirigida por el «Kaiser» Alija controlaba las acometidas locales probando un buen dominio del espacio, sobre todo en el momento de solucionar el juego aéreo al lado de Roca.
Las ocasiones empezaron a acumularse, Damián por la derecha y Elmo por la izquierda desbordaban una y otra vez bien dirigidos por un fino y sereno Pablo Castilla que junto contaba con la movilidad de Antonio Aranda como mejor aliada.
Llegó el reposo y el Inter fue inútil de acrecentar el marcador como bien justo hubiese sido, puesto que hasta el minuto cuarenta y cinco el resultado podría haber sido voluminoso en favor de un superior Internacional de Móstoles.
Con el comienzo de la segunda mitad se pudo adivinar a un equipo local más violento en todos y cada acción y con las líneas más adelantadas. Los de Navalcarnero empezaron a bajar la pelota y a sostener una línea de presión alta y violenta. Mal instante del Inter que no supo leer ese instante del partido y no era capaz de salir de su campo con exactamente la misma claridad que en la primera parte, las tornas habían alterado.
Mediada la segunda mitad un atacante del Atlético Navalcarnero mandó el balón al palo como prólogo al primer tanto, este llegaría en una acción prácticamente siguiente merced a un desajuste protector que la zaga visitante no sabría corregir.
Con el empate en el marcador el agremiado del encuentro tomó un estrellato que jamás debió tener, poco ayudado por sus asistentes hubo demasiadas acciones polémicas que escapaban una y otra vez a su atención. Inquieto y algo perdido decidió ejercer su autoridad a base de tarjetas y por ese camino el partido se le escapó de las manos, aunque hay que reconocer la poca cooperación de los jugadores y banquillos de los dos equipos.
Tras un largo parón de más de ocho minutos por una lesión del propio agremiado, el partido se reinició para poco después presenciar el segundo tanto local. Con el entorno desquiciado y la presión de los puntos en juego encima los 2 equipos obviaron el los pies en el suelo, el agremiado por su lado toreó la situación de forma lamentable, el resultado Jony y Johan expulsados así como un jugador del equipo local, como la práctica totalidad del cuerpo técnico visitante.
Final del partido entre polémica, cosechando una dura derrota que sucedió fruto de los propios fallos. La carencia de tanto en la primera mitad y los fallos protectores en la segunda, obsequiaron los puntos a un contrincante que no hizo méritos deportivos ninguno para llevarse premio tan grande.
A pesar de todo la clasificación prosigue viva, queda una segunda vuelta en la que estamos seguros veremos al mejor Inter sacar muchos puntos y afianzarse en la permanencia que tanto se merece.
