Fecha de publicación:26/12/2018 0:00

Juan, con el Ojos del Salado de fondoEl pasado 12 de diciembre el alpinista y científico mostoleño Juan García Arriaza consiguió coronar la cumbre del Ojos del Salado, que con sus 6.893 metros de altura es el volcán más alto del mundo.

La expedición se ha englobado dentro del reto «Gigantes de Fuego», donde Juan pretende ascender el volcán más alto de cada continente. Hasta el momento ha ascendido los volcanes más altos de África (Kilimanjaro, 5.895 m), Europa (Elbrus, 5.642 m), Norteamérica (Orizaba, 5.636 m), Centroamérica (Tajumulco, 4.222 m), y ahora el de Sudamérica (Ojos del Salado, 6.893 m). Dicho reto es una continuación del anterior «Reto 7 Cumbres Solidarias», mediante el cual ha escalado 6 de las «7 Cumbres» (la montaña más alta de cada continente), quedándole solo por escalar el Everest para completar con éxito tan apasionante desafío y cuya expedición pretende realizar en los próximos años.

La expedición al Ojos del Salado ha durado tres semanas (30 Noviembre-20 Diciembre), de las cuales dos semanas han sido dedicadas a la ascensión del volcán. Durante este tiempo Juan se ha adentrado en un territorio tan salvaje e inhóspito, como es el desierto de Atacama, en el norte de Chile, que es el lugar más árido de nuestro planeta. En esta región surgen imponentes multitud de altos volcanes sobre la árida altiplanicie de los Andes, siendo el Ojos del Salado la montaña más alta.

Durante la primera semana de la expedición Juan ha ascendido varias montañas como parte del plan de aclimatación a la altura necesario para ascender con garantías el Ojos del Salado. Así, ha coronado con éxito el Cerro 7 Hermanas (4.884 m), el Mulas Muertas (hasta 5.300 m) y el Volcán San Francisco (6.018 m). Posteriormente se ha dirigido hacia el campo base del Ojos del Salado para acometer su ascensión, sufriendo varios inconvenientes en el camino que postergaron el ascenso. En primer lugar, debido a los fuertes vientos que soplaban por la región tuvo que condensar el plan de ascensión en solo dos días, en vez de los cuatro inicialmente previstos, para poder así subir al volcán durante una pequeña ventana de buen tiempo con poco viento. En segundo lugar, durante la aproximación a la montaña, el vehículo todoterreno en el que viajaba sufrió una avería, lo que postergó un día más el intento a cumbre.

La ascensión se realizó finalmente en dos días, por la cara norte de la montaña, con un primer día de aproximación hasta el refugio Tejos a 5.800 metros. Al día siguiente Juan acometió la escalada del gigante volcánico en una dura e intensa jornada de 10 horas, donde superó 1.100 metros de desnivel hasta la cumbre. El ascenso se efectuó por las empinadas pendientes del volcán que conducen hasta el cráter y finalmente escalando un muro vertical de unos 15 metros en roca y una arista muy aérea que conduce a la cumbre. Ha sido un reto mayúsculo de gran dureza física, mental y técnica, donde ha superado muy bajas temperaturas y fuertes vientos en un entorno de gran sequedad ambiental y a gran altura.

Tras escalar la cumbre del volcán más alto del mundo, Juan ha realizado una obra solidaria en Copiapó, la ciudad más cercana a la montaña y que dista unos 300 Km de la misma. Visitó la escuela «Las Brisas», situada en uno de los barrios más pobres y problemáticos de la ciudad, donde viven niños pertenecientes a familias desestructuradas que sufren una gran exclusión social. Juan ha comprado material escolar como cuadernos, lapiceros, plastilina, y demás material, y lo ha entregado con cariño entre los niños del lugar que lo han recibido con los brazos abiertos. Una obra solidaria que pretende concienciar a la sociedad de la necesidad de apoyar a las comunidades más vulnerables, sobre todo a los niños, que son el futuro de nuestra sociedad.

La expedición al Ojos del Salado ha contado con el aval del Ayuntamiento de Móstoles y de la Sociedad Geográfica Española.

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